Ene 14 2008

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Alejandro Valero

Los temores del bloguero

Publicado en 12:01 am en Colaboraciones, Experiencias

Siempre me han interesado los aspectos psicológicos que determinan la actitud de quien escribe un blog, y la verdad es que no encuentro muchas referencias en la blogosfera a este respecto. Sobre todo, me preocupan los temores de los principiantes, aunque a veces los demás tampoco nos salvemos de ellos. Cuando pienso en esos miedos o temores, me imagino al típico adolescente que escribe un poema, generalmente de amor, y no se atreve a enseñárselo ni siquiera a la persona amada. ¿Qué miedos aquejan a ese adolescente para no atreverse a mostrar o recitar el estupendo poema que ha escrito con toda su inspiración y la mejor de las ganas? Lógicamente, la timidez es un aspecto a tener en cuenta en este caso, pero hay algunos temores que ese adolescente no ha podido vencer y que adivinamos sin mucho esfuerzo. Lo mismo ocurre con las personas que escriben blogs, o al menos eso he notado yo en el ambiente y también en mis alumnos cuando tienen que enfrentarse a la escritura en un blog. Sobre este asunto escribí unos párrafos en mi artículo Cómo escribir un artículo de blog, pero ahora quiero profundizar en ello. De momento, he identificado los siguientes temores, a los que he buscado algunos remedios.

El post en blanco
El post en blanco

1. Temor a no saber qué decir

Éste es el temor principal que aqueja a todo escritor de cualquier género. Es el conocido miedo a la página en blanco de la que tanto se ha hablado. Se me ocurren algunos remedios:

  • Escribir sobre nuestras experiencias personales, aunque sea disimulándolo un poco e incorporando algo de narrativa, como hacen los periodistas. Esas experiencias no tienen que ser sobre asuntos íntimos, sino sobre nuestras actividades profesionales o sobre nuestros intereses y aficiones.
  • Inspirarnos en contenidos ajenos para expresar nuestra opinión o para continuar investigando en ese sentido. Si nos fijamos bien, la mayoría de los artículos de blogs responden a esta tendencia natural en las personas.
  • Esperar a que nuestras necesidades nos obliguen a informarnos sobre algún asunto que tenemos que solucionar, y después contarlo a los demás, porque seguramente mucha gente se puede beneficiar de ello.

2. Temor a opinar

El miedo a opinar no tiene que existir teóricamente en las sociedades democráticas, pero existen censuras exteriores de un signo u otro que nos coartan a la hora de expresarnos. Ejemplos evidentes son la obligación de pensar según lo políticamente correcto y el miedo al qué dirán los que nos conocen o nuestros alumnos o nuestros superiores. El temor a opinar también se sustenta en la sensación de que nuestras opiniones no tienen interés para los demás o pueden provocar la risa. Todo esto es muy real y cotidiano, y quien se sienta libre de todo impedimento para opinar, que tire la primera piedra. Sin embargo, los blogs son para opinar y sentirnos libres. Entonces, ¿qué tenemos que hacer para solucionar esta contradicción?

  • Dejar claro que la opinión que expresamos es personal y que, por tanto, está sujeta a los riesgos que asume toda opinión. Nadie es infalible. Nadie es perfecto. La humildad es una virtud pocas veces ensalzada, pero en los blogs es una de las cualidades más estimables. Estamos aquí para aprender, y siempre puede corregirnos cualquiera que se digne mediante un comentario o un correo o su punto de vista ofrecido en otro blog. El derecho a equivocarnos es la esencia de todo aprendizaje, sin el cual no tendría aliciente la búsqueda constante de la verdad.
  • Fundamentar nuestra opinión en la experiencia que tenemos. Podemos informar sobre algo que no hemos experimentado, pero en ese caso debemos avisar de nuestra inexperiencia, aunque en la práctica muchas veces dejamos correr un tupido velo. Bueno, en esta caso nadie se enfadará, porque todos podemos perdonar la inexperiencia, sobre todo en un ámbito tan novedoso como las nuevas tecnologías.
  • Atrevernos a ser originales en nuestras opiniones y no seguir la corriente general, sobre todo diciendo lo que muchos no se atreven a decir y asumen como un mal menor. Esta actitud ya es para nota, y este tipo de opiniones tiene muy buena acogida entre los lectores.

3. Temor a no saber expresarse

He aquí uno de los miedos más arraigados en una sociedad como la nuestra, que ha perdido la belleza de la escritura y la exigencia de su conocimiento en las transacciones diarias. Sin embargo, la nueva Web ha resucitado el interés por la escritura, al menos como medio de comunicación, pues la Web se basa en la escritura, y no otra cosa recogen los buscadores que rastrean constantemente la Red para alimentar nuestro conocimiento y nuestra curiosidad. En todo caso, la buena escritura sigue siendo una asignatura pendiente, y eso lo sabe quien se enfrenta a un blog. ¿Cómo solucionarlo?

  • Poniéndose a escribir a ver qué sale, pues hay que atreverse a expresarse, y la práctica constante mejora la escritura, sobre todo si procuramos ir aprendiendo poco a poco consultando los libros adecuados y las webs relacionadas. Como se dice coloquialmente, hay que tirarse a la piscina si queremos hacer algo interesante.
  • Tenemos que tener en cuenta que el lenguaje de los blogs es coloquial por esencia, y tiene que estar alejado de la pedantería y de la jerga profesional. Esto beneficia la expresión escrita, porque destierra el temor a no parecer profesional en nuestros contenidos. También el humor cuenta mucho en los blogs, lo cual nos relaja a la hora de enfrentarnos al post en blanco.
  • Debemos ser conscientes de que la escritura es fundamental en la actual Web, y de que no sólo nuestro blog depende de ello, sino también nuestro futuro profesional. No basta con incluir elementos multimedia en nuestros artículos para que tengan buena acogida, hay que saber expresarse con propiedad. Sólo esta toma de conciencia puede obligarnos de alguna manera a perfeccionar nuestra forma de escribir y de expresarnos.

4. Temor a la soledad de la blogosfera

El temor a que nadie lea nuestro blog o a que nadie nos escriba comentarios es uno de los peores, pues nos desanima y muchas veces provoca que abandonemos un blog que habíamos comenzado con toda la ilusión del mundo. Sobre estas dificultades escribe Lourdes Barroso en otro artículo de este blog. La verdad es que se necesita mucha paciencia para conseguir que poco a poco haya personas que se interesen por lo que publicamos, pero para todo hay remedio:

  • Escribir en blogs colectivos, como éste en el que publico mi artículo, pues son muy aconsejables para quien comienza y para quien quiere más colaboración y comunicación. La avalancha de blogs que encontramos diariamente en la blogosfera me lleva a pensar que en el futuro sólo los blogs colectivos se salvarán de la soledad del bloguero ante el post.
  • Escribir comentarios en otros blogs es una forma muy útil de comunicarse y darse a conocer. Pero no hay que hacer trampa: hay que escribir comentarios con enjundia que contribuyan al debate, y no un simple saludo para dejar constancia de la dirección de nuestro blog. Es decir, nuestra soledad la tenemos que combatir saliendo a la blogosfera para comunicarnos con los demás.
  • Incluir nuestros blogs en agregadores relacionados y en comunidades de temáticas semejantes. Nuestro blog tiene que ser leído por personas que tienen intereses parecidos, y no podemos pretender que lo lea todo el mundo. Esto no es un periódico de tirada nacional, y sólo podemos interesar a otros locos como nosotros. Nunca seremos muchos, pero tampoco hacen falta multitudes.
  • Elaborar un blog que sea atractivo y útil por sus contenidos, en una palabra, que sea bueno. Debemos saber comunicar con personalidad unos contenidos que atraigan lectores por su utilidad, no por nuestras gracias e ingenios. Al fin y al cabo, la Web es principalmente un medio para solucionar nuestros problemas, nuestra ignorancia y nuestra falta de tiempo. Si conseguimos crear una web que ayude a los demás, tendremos lectores de sobra. Y si queremos buenas ideas para ello, tenemos que leer en este mismo blog los artículos que han publicado Pere Marquès y Boris Mir.

Seguro que todos estos temores son sólo una muestra de los muchos miedos que nos aquejan a diario cuando nos enfrentamos al blog. Yo ahora, por ejemplo, tengo miedo a pedir la colaboración de los lectores para que escriban comentarios aquí debajo exponiendo sus temores. Quizá no esté seguro de haber despertado su interés, ni de haber logrado entrelazar adecuadamente todas las ideas que se me han ocurrido. Daré a leer el artículo a una persona sensible e inteligente para que me diga qué le parece, y si le gusta, lo publico. ¡Qué sería de nosotros sin nuestros temores!

Hay 10 comentarios

10 Responses to “Los temores del bloguero”

  1. Isidro Vidalon 15 Ene 2008 at 11:20 am 1

    Hola Alejandro
    Has hecho análisis preciso y muy descriptivo de las tribulaciones de un bloguero. Es un artículo para tenerlo en cuenta y de necesaria lectura para los profesores y profesoras que empiezan a escribir.
    Además, tengo que decir que he disfrutando leyéndolo. No estaría mal publicar o recoger los artículos que escribes, son un referente claro.
    Saludos

  2. Alejandro Valeroon 15 Ene 2008 at 3:50 pm 2

    Gracias, Isidro, por tu buena acogida en este blog. Espero que este artículo sirva para lo que tú dices, porque para eso lo he escrito, para que los blogueros perdamos el miedo a enfrentarnos a la responsabilidad que supone escribir un blog. Es verdad que tengo mis artículos muy dispersos, y debería reunirlos de alguna manera. Voy a pensármelo, y cuando lo haga serás el primero en saberlo.

  3. Luon 17 Ene 2008 at 11:20 pm 3

    Había dejado la lectura del artículo para otro momento. Hoy lo he leído con detenimiento y compruebo que no has dejado cabo suelto. Has hecho un retrato sin fisuras de los miedos que, a unos más que a otros, nos han asaltado y nos siguen asaltando.
    Este artículo debería ir de la mano de otros que muestran la parte técnica de gestión de un blog. Cara y cruz.

  4. Onioon 19 Ene 2008 at 9:48 am 4

    Olvídate de los miedos expresados en el último párrafo y no dudes acerca del interés de tu post. Lo guardo para compartirlo inmediatamente. Ánimo para la recopilación.

  5. lbarrosoon 08 Mar 2008 at 5:22 pm 5

    Un último consejo:
    Leer y comentar a Alejandro Valero porque siempre tendrá un comentario amable y una mano tendida para lo que haga falta.

  6. José L. Castilloon 09 Mar 2008 at 8:10 am 6

    Me ha sido muy útil este contenido, muchas gracias.

    Un saludo.

  7. Lolyon 28 Mar 2008 at 1:30 am 7

    Cuantas verdades juntas.
    Yo soy muy joven en esto de los blogs y todos esos miedos siguen presentes. El único antídoto que conozco es pensar en mis alumnos, en que habré conseguido mi objetivo si por una vez visitan un blog cuyo contenido me interesa a mí que vean, si en un momento “tonto” piensan en mi asignatura fuera del horario escolar, si consigo que, además, participen, ya ni te cuento la satisfacción que siento.
    Creo que los blogs tienen buena acogida por parte de los alumnos, es como una recomendación de “respeto” para ellos el comprobar que estás en la “onda”, al menos para algunos.
    La otra cara de la moneda, la que más dura me está resultando, es la incomprensión en los seres más cercanos. Se preguntan, y me preguntan, por qué “pierdo” el tiempo con estas cosas en vez de dedicarlo a asuntos más personales (oposiciones, por ejemplo).
    He empezado en esto porque hacía tiempo que quería “probar” y me dió el empujoncito el Grupo de Trabajo en el IES para “analfabetos” digitales. Estoy contenta, seguro que seguiré trabajando en ello, aunque ahora me convenga relajarme un poco y dedicarme a las oposiciones, volveré con más ganas y os consultaré para seguir aprendiendo.
    Muchas gracias a todos por vuestra generosidad.
    Un saludo.
    (¿Habré cometido alguna falta de ortografía?, otro miedo).

  8. Carlos Docampoon 17 Abr 2008 at 11:56 am 8

    Gracias por este regalo. Me lo guardo como oro en paño
    Es increible lo claro que se ven las cosas cuando es otro el que te las cuenta, y además con tan buen criterio.
    Un saludo.

  9. Allegraon 09 May 2008 at 6:39 pm 9

    Genial artículo, me retratas. Con tu permiso, me lo voy a imprimir y plantar en el tablón.
    Otro de los miedos además de la soledad virtual es la soledad en nuestra vida diaria. Es difícil encontrar gente en la escuela que comparta nuestra “locura”. Me alucina ver lo lejos que está el profesorado de esta nueva realidad.
    Normalmente cuando digo que tengo un blog, responden “¿Un qué? ¿Un cuaderno? En secundaria la cosa está cambiando pero en primaria aun hay tanto por hacer…
    Me interesa mucho eso que dices de los agregadores pero cuando quiero hacerlo me sale el complejo de inferioridad:
    - ¿Es interesante lo que escribo?
    - ¿Hay alguien por ahí al que pueda servir lo que escribo?
    - ¿Es suficiente con que me sirva a mi?

    Saludos.

  10. Juan Carloson 30 Abr 2009 at 5:52 pm 10

    Estoy de acuerdo con Loly en cuanto a lo de la incomprensión. Llevo mucho tiempo escribiendo blogs (con demasiados altibajos, me temo) y quienes no comparten la pasión por la red y la pantalla no comprenden que aquí hay mucho más que perder el tiempo.
    Un magnífico artículo (post) en el que has reflejado todo lo que algunos hemos sentido en muchas ocasiones.

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